Hola, ¿estáis por ahí? Mejor dicho, ¿seguís por ahí? Yo, nosotros, estamos, seguimos aquí, seguimos vivos. Aunque haga mucho que no escribo. No ha habido tiempo. Nuestra vida ha cambiado por completo y ahora, esta vez sí, de verdad, no como antes, no tenemos tiempo de nada. Y esta nueva vida nos obliga a estar ocupados de principio a fín del día (y parte de la noche). Pero no creáis que nos arrepentimos, ha sido nuestra elección y sabíamos que iba a ser así.
Tenemos negocio propio, hay que cuadrar las tardes con las extraescolares, hacer la compra, ocuparse de los mellizos… evidentemente, el blog no es prioritario. Lo sé, estáis muy tristes porque os gustaría que escribiera más, lo siento. Mamá está dedicada por completo a nuestro sueño, a la espera de que vaya tan bien que me pueda unir a ella. Y yo ocupado de niñero por las tardes. Cuando podemos nos echamos una mano el uno al otro, aunque no al cuello, tranquilos.
Para mí está siendo muy difícil sacar adelante algunas tardes. Los mellizos están empezando a querer hacer básicamente lo que les apetece, como es normal en niños de 20 meses. Se suben a las sillas y se ponen de pie en ellas, encienden y apagan la tele, cogen el teléfono y se lo comen, tiran cosas, van a la cocina a coger la escoba y me la traen, desordenan la habitación de su hermana, se tiran en el suelo a llorar, pegan a su hermana y la tiran del pelo, quieren beber medio litro de agua del tirón y la acaban escupiendo, se muerden… Menos mal que su hermana mayor es un encanto y me echa una mano, aunque, en este caso, ella si quiera echársela a ellos al cuello alguna vez.
Sí, es agotador, hay días que cuando llega el momento de preparar la cena para esperar con ella en el plato a mamá me agobio, me enfado con el mundo y me dan ganas de tumbarme en la cama con tapones en los oídos y cerrar la puerta de la habitación. O de pegar cuatro gritos y que me oigan en todo el edificio (alguna vez se me escapa alguno). Pero entonces me acuerdo de que mamá lo tiene más difícil todavía. Ella apenas ve a los peques entre semana. Eso sí que tiene que estar siendo duro, pero mamá es una campeona y juntos podemos con todo.
Así que adelante.