¿Qué no haría un padre por su hija? Dicen que las niñas son de papá. Yo creo que, además, los papás son de las niñas. Está claro que una niña y su padre tienen un vínculo especial. Y que un niño y su padre también lo tienen, aunque solamente sea por ciertas afinidades cuando se llega a ciertas edades. Pero un papá y su niña pueden tener una relación muy especial.
Viendo las ilustraciones de Vskafandre (os las recomiendo, son preciosas), recuerdo momentos pasados con mi nena, y espero ansioso otros que seguro que llegarán. Algunos serán tristes, otros alegres, otros divertidos… Pero en todos habrá ternura. Cuando esté malita y haya que cuidarla, cuando haya que bailar con ella o para ella, cuando haya que decirle que siga comiendo, cuando haya que ayudarle a hacer pis, cuando haya que cuando haya que hacer puzzles, cuando haya que pintar en la pizarra, cuando haya que subirla a casa cogida porque se ha quedado dormida, cuando haya que hacerle caricias, cuando haya que llamarla «cuchichi», cuando haya que ducharla, cuando haya que atarle las zapatillas, cuando haya que curarle una herida, cuando haya que dormir con ella, cuando la asusten las moscas, cuando haya que vestirla, cuando haya que hacerle una coleta, cuando haya que decirle que se separe de la tele, cuando haya que haya que limpiarle las gafas de sol, cuando haya que quitarle la arena de los zapatos, cuando haya que darle la comida, cuando haya que darle las manos para que salte, cuando haya que ver a Josefa la Cerda repetida, cuando haya que leer cuentos, cuando haya que «hablar en balleno», cuando haya que pedirle que recoja, cuando haya que prepararle la merienda, cuando haya que dejarle mojar la magdalena en mi colacao, cuando haya que decirle que no de voces, cuando haya que despertarla y no quiera, cuando haya que llevarla al médico, cuando haya que darle cremita, cuando haya que ayudarla a montar en bici, cuando haya que dejarle el teléfono para ver fotos, cuando haya que cogerla a hombros, cuando haya que comprarle un helado, cuando haya que hacerle pedorretas en la barriga, cuando haya que cogerla para que la pinchen, cuando haya que ayudarla a levantarse, cuando haya que esperarla a la salida del cole, cuando haya que darle besos y abrazos.
Sí, ya lo se, la mayoría de estas cosas se hacen con un hijo y con una hija indistintamente. Pero viendo otra vez las ilustraciones, insisto, entre un padre y una hija, es algo especial. Seguro que los papás de hijas me entendéis… ¿Algún papá en la sala que me lo confirme?
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