Nuevos amigos

 

Tanto cambia la vida cuando tienes hijos, que su mundo, antes o después, absorbe al tuyo en todos los sentidos. La televisión (solamente se ve Clan), la música (Cantajuegos o similares), las comidas, y, por supuesto, los amigos. Porque llega un momento en el que, si quieres que tu hija haga algo de vida social y tenga amigos, no te queda otra que quedar con los compis del cole o estar en el parque mientras juega con otros niños y niñas. Y eso implica estar también con sus padres, conocerse, hablar con ellos, intentar llevarse bien…

 

Probablemente sea gente con la que vas a empezar a pasar mucho tiempo, y no vas a estar durante horas calladito (aunque daría tiempo a escribir entradas para el blog). Y ahí puedes tener suerte o puedes no tenerla. Te pueden tocar unos padres afines a ti o te pueden tocar unos padres con los que no tengas nada que ver. Y en este último caso, ¿qué haces? ¿Te aguantas y haces lo posible porque tu hija se sienta integrada? ¿Dejas de quedar con ellos y que la niña sea, por ejemplo, la que no invitan nunca a los cumpleaños? Lo que no puedes hacer (salvo en casos muy puntuales y muy justificados) es dejar a la niña con ellos e irte, no estaría bien, sería muy egoista, y estaríamos ante el riesgo de crear una «Niñus desprendidus».

 

Por el contrario, si tienes la enoooooooorme suerte (de momento podemos decir que es nuestro caso), de encontrarte con unos padres con los que puedes congeniar, todo se vuelve mucho más fácil. No tienes problema en quedar con ellos todas las veces que haga falta, proponer planes, etc. Los ratos de parque o de lo que sea son, entonces, agradables, divertidos y provechosos (compartir experiencias siempre lo es).

 

Y llegados a ese punto, te das cuenta de que algo en lo que no habías pensado antes, está cambiando. Tienes nuevos amigos, que son los padres de los amigos de tus hijos. Y son los amigos con los que más tiempo pasas, todo sea por los niños. Y lo mejor de todo es que ni siquiera te lo planteas, lo haces, una vez más, porque es lo mejor para ellos.

 

¿Habéis tenido suerte con esto? ¿Os han tocado padres con los que os lleváis bien?

 

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6 cosas que han cambiado

Hay cosas que cambian cuando tienes la suerte de ser padre. Cosas que, durante mucho tiempo, o quién sabe si ya para siempre, no volverán a ser igual. Y no me refiero a que los niños te llamen «señor», eso ya hace mucho tiempo que empezó a pasar. Os cuento cinco que a mí me «duelen»un poquito.

 

Ver fútbol, deportes, series
Yo no era un apasionado de la televisión, pero sí que me gustaba ver algunas cosas. Series, películas y deportes (fútbol u otros), es lo que solía ver. Si podía ver un partido de fútbol, pues mejor. Pero si jugaba ESPAÑA, el mundo se paraba. Se hacía lo que fuera por estar viendo el partido a su hora, incluso un ratito antes para concentrarse.
En unos días empieza la Eurocopa, y me temo que no va a ser tan fácil… Momentos como este va a ser muy difícil que los pueda ver en directo, y gritar como grité más todavía.

 

 
Las series han sido desechadas, imposible seguir algo durante semanas y semanas, aunque lo puedas descargar. Con las películas pasa algo parecido. Dos horas seguidas tranquilas imposible.
Aunque puedo decir que he visto algunos capítulos de Josefa la Cerda como una docena de veces.

 

Fútbol

 

 

Paseos de la mano

Antes de ser mamá y papá, mamá y papá podían salir de paseo solitos, ir de la mano, comerse un helado (de chocolate, por supuesto) tranquilamente en un banco, etc.

Ahora nuestras manos tienen ocupante, o un carrito que llevar. Y lo de estar solitos… Cuando lo conseguimos es a última hora de la noche, agotados por supuesto, y no todos los días.

 

Paseo

 

Dormir hasta las tantas
Ay que recuerdos… No poner el despertador los fines de semana y levantarte a las diez o las once. O incluso, esto sí que era gloria bendita, levantarte, desayunar, y volver a la cama otro rato.
Ahora, raro es el sábado o domingo que pasamos de las nueve. Imposible más tarde. Y da igual en sueño que tenga. Manda lo que manda.

 

Comer chocolate
Lo reconozco, soy adicto al chocolate. Y si es negro mejor. Antes lo podía comer cuando quisiera, como si era un helado en pleno mes de diciembre. Y merendar nocilla. Y una trufa a media mañana porque me daba la gana…
Ahora hay que tener cuidado. Los niños lo quieren probar todo. Y enseguida dicen que porqué tu sí puedes y ellos no. Probar, aunque solo fuera un cachito, de todo el chocolate que se comería su padre no puede ser bueno. Pero si tengo tabletas de chocolate en casa sin empezar… Impensable hace tiempo.

 

Chocolate

 

Escuchar música
Antes me pasaba ratos escuchando música, aunque fuera mientras hacía cosas de casa. O viendo vídeos en internet. Y sabía cuando sacaban disco nuevo mis grupos favoritos…
Ahora ni siquiera oigo la radio (viva Rock FM!!!) en el coche, escucho un disco que nos han dado en el cole con las canciones que escuchan para aprender inglés. Y me se las canciones de Pica Pica, y lo que es peor (y siempre juré y perjuré que no haría), las de los Cantajuegos (ya está, ya lo he dicho).

 

Música

 

Salir de viaje
Sin niños se necesita poco para poder irse, aunque sea un fin de semana, fuera. Con niños se necesita mucho para poder irse, aunque sea un fin de semana, fuera.
Tienes que medir escrupulosamente tiempo de viaje, dónde y cuándo parar, hora de salida y de llegada, buscar hotel con algo de animación infantil, que no este demasiado lejos de todo, etc. Cosas que en otra época, seguramente dan igual.

 

Cuando eres padre, cambian tus hábitos de vida. Hay cosas que echas de menos. Pero aún así, ¿quién no las cambiaría por las sonrisas de esos pequeños granujas?

 

¿Qué cosas cambiaron en vuestra vida al ser padres? ¿Cómo habéis llevado esos cambios?

 

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Diferencias entre el primero y el segundo

Hay muchas cosas que se hacen con el primer hijo que no se hacen con los siguientes. Los que tenéis más de uno sabéis de qué hablo.

 

Asfixiarse

Cuando Julia dormía siendo bebé, teníamos pavor a que se diera la vuelta, se quedara en una postura en la que no pudiera respirar y se asfixiara. Esto podría provocar la muerte súbita del lactante. Al más mínimo ruido que hacía, nos acercábamos al cuco a mirarla para ver si estaba bien. Con Pablo y Luis estamos pendientes, es importante que tengan la naricilla libre para respirar, pero no nos»quita el sueño».

 

Chupetes sucios y tetinas

Todo tenía que estar debidamente estilizado. Cada vez que se usaba al biberón, había que esterilizarlo. Cada vez que el chupete se caía al suelo, había que esterilizarlo. Esta vez todavía no hemos usado el esterilizador. Hemos puesto en agua hirviendo las tetinas de los biberones y los chupetes al estrenarlos. A partir de ahí, la saliva de papá y mamá es suficiente para, por ejemplo, los chupetes. Todo empezó un día que, volviendo del Mercadona, Julia quería una fresa. Chupetón de mamá a la fresa y ya está, lavada.

 

esterilizador

 

Minicuna y cuna

Julia estuvo al principio en el cuco para poderla tener siempre cerca. Cuando papá y mamá estaban en el salón, ella en el salón. Cuando papá y mamá estaban en la cama, ella en el dormitorio. Pablo y Luis están desde el principio en la cuna. Aunque no teníamos dos cucos, y moverlos como con ella sería más difícil, nos parecía que en su cuna están mejor, los dos juntos. Además, no pasa nada porque estén durmiendo en el dormitorio mientras el resto de la familia estamos en el salón o en la cocina comiendo o cenando.

 

Cogerlos

Ese momento en el que coges a tu primer hijo por primera vez. Que parece que se va a desmontar. Y cómo se le mueve la cabeza, que parece uno de esos perrillos que se llevaban hace muchos años de adorno en los coches.  Después los coges como puedes, ya sabes que, con un poco de cuidado, es suficiente. Un poco de cuidado, sí, no como el de la foto.

 

coger bebe

 

Baño y crema

Hay quien dice, seguramente los fabricantes de geles y cremas, que hay que bañar a los niños todos los días. Si lo hacemos así, nosotros tendríamos que empezar a las cinco de la tarde con los preparativos para los baños de toda la prole, y no es plan. ¡¡¡Pero si no se ensucian!!! Es importante que mantengamos cierta higiene con ellos, pero sin exagerar. De momento, no salen al parque a rebozarse en la arena, ni hacen deporte así que no sudan.

 
Nosotros llevamos tan solo unos días y ya nos hemos dado cuenta de cambios bastante importantes. Algunos de esos cambios ya los fuimos haciendo con Julia según pasó el tiempo pero ahora son más evidentes. Aunque no tengáis más de un hijo, muchos de estos cambios son aplicables, damos fe de que a Pablo y Luis no les ha pasado nada de momento.

 
¿Os ha pasado lo mismo? ¿Algún otro cambio?