¿Cabe una familia numerosa en un piso de tres habitaciones? Pues tendrá que caber. Papá y mamá comparten habitación así que dos hermanos pueden compartirla perfectamente también, ¿no? En mi caso y en el de mamá, no hemos tenido que compartir habitación nunca con hermanos, es lo que tiene ser hijos únicos (muy a nuestro pesar). Pero hace no demasiados años no era algo raro. Así que Pablo y Luis tendrán que estar unos años en la misma habitación. Igual que están ahora…
El problema se plantea cuando en la habitación más grande está ya su hermana mayor, Julia. Así que toca hacer mudanza. Traslado de juguetes, libros, ropa, colchón…
La decoración, además, es muy importante. Y que Julia colabore también. Le gusta, se emociona, se ríe, y poco a poco, sin saberlo, empieza a sentir la habitación nueva como suya. Y ya tiene de ganas de dormir en ella.
Y un día, por fin: «Julia, ¿quieres dormir en la habitación verde?». Y va y responde: «Sííííííí». Luego no resulta ser tan tan tan fácil: «Quiero dormir en la habitación azuuuuuul…». Pero explicando que está en la habitación nueva, que los dibujos son muy chulos, que nos ha ayudado, y que tiene todas sus cosas… Conseguido!!!
Puede que estemos un poco mal acostumbrados a que sobre espacio. Puede que si nos apretamos un poco, todos quepamos. Puede que la vida no siempre sea tan difícil como nos parece. Puede que solamente haya que intentarlo.