El fin del mundo ha llegado

Esta vez no he podido, lo siento. He salvado el mundo en varias ocasiones, pero esta vez no. Ha sido imposible. Como diría el mismísimo Pedro Piqueras, «la hecatombe, una masacre…». Hasta aquí hemos llegado. La humanidad se extinguirá. Ya sé que no me creéis, y menos cuando sigáis leyendo, pero es verdad, ya veréis ya.

¿Por qué va a llegar el fin del mundo? Pues muy sencillo. Desde el principio. Julia está preparando un regalo para mí, un bote para meter los bolis del trabajo, lo ha hecho con arcilla. Y lo está decorando, bueno, ya lo ha decorado. Supongo que todavía no veis la relación… Sigo. Para decorarlo, ha pintado flores, árboles y corazones. Con muchos colores. Con muchos colores. Repito, con muchos colores. ¿Lo veis? ¡Y los ha mezclado todos! ¡Una y otra vez! Yo estaba con ella ayudándola y lo estaba viendo. Mi cabeza no podía soportarlo, me iba a explotar, así que intenté evitarlo, pero no pude. Y el fin del mundo llegará. ¿Comprendéis? ¡No se pueden mezclar los colores! Todo el mundo lo sabe. Se lo intenté explicar pero ella decía que así era más bonito. Y no pude impedírselo…

Si pensáis que estoy loco, os diré que ya he salvado el mundo varias veces. Me podéis dar las gracias luego en los comentarios, si queréis. Por ejemplo, cada día evito el fin de la humanidad poniendo cada biberón con su pieza del color correspondiente en el escurre platos. Y al prepararlos también, por supuesto. No hacerlo, alteraría el orden cósmico y provocaría una catástrofe a nivel planetario. No es nada fácil. Se que no lo veis claro, pero es cierto.

También os he salvado a todos varias veces cuando estoy jugando con los niños y coloco los aros de colores en su orden correcto. Ellos se empeñan en hacerlo en «versión libre», pero ya está su padre para, una vez más, evitar que la humanidad se vaya al garete. No os preocupéis, lo que aparece en la foto fue algo momentáneo, me pillaron desprevenido, en cuanto lo detecté, lo corregí.

Y otro ejemplo. Los rotuladores o pinturas tienen que quedar colocados todos en el mismo sentido y en orden de colores. En la foto se ve cómo quedan habitualmente. Pero no os preocupéis, ahí estoy yo para, again, evitar la hecatombe. De nada. 

Espero que en esta breve entrada os hayáis dado cuenta de la importancia que tenemos los padres en la continuidad de la especie humana. Insisto, todo esto es cierto, no estoy loco. Antes de tener hijos todo era más fácil. Era suficiente con tener los folios perfectamente colocados unos encima de otros sin que ninguno sobresaliera, o con aparcar el coche paralelo a las líneas de la plaza de párking. Seguro que mucha gente hace cosas parecidas, sólo que no saben que están salvando a la humanidad al hacerlo. Insisto también, en los comentarios me podéis dar las gracias por seguir vivos, y contarme cómo salvais al mundo. Yo os dejo, tengo que seguir vigilando…

4 comentarios en “El fin del mundo ha llegado

  1. Muchas gracias!! Yo intento que los yogures siempre sean pares o que las ventanillas del coche estén a la misma altura cuando se bajan, aunque a veces me lo ponen muy difícil.

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  2. ¡Como te entiendo! Muchas gracias por salvar el mundo día a día. Yo intento que no se queden los rotuladores sin su correspondiente capuchon… Horror cuando no encuentro uno y lo veo sin tapar. Por suerte mi peque esta aprendiendo y suele taparlos el. Estoy pensando en convertirlo en mi super ayudante.

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